Polo, un espectáculo al galope
El fanatismo de la capital argentina por esta disciplina es único. El polo es un deporte de gran presencia en la Argentina, pero mucho más desconocido en otros países del mundo y de la región. Requiere, en primer lugar, de […]
El fanatismo de la capital argentina por esta disciplina es único.
El polo es un deporte de gran presencia en la Argentina, pero mucho más desconocido en otros países del mundo y de la región. Requiere, en primer lugar, de habilidad en la equitación y en el manejo del taco –el instrumento con el que se juega– y, a su vez, de concentración en la bocha y en la ubicación de cada compañero. Te mostramos qué necesitás saber de esta disciplina para sentarte en las butacas de un estadio y aplaudir al compás de los goles convertidos.
La herencia inglesa y el camino hacia la cima
El polo llegó a la Argentina junto con los inmigrantes ingleses que arribaron a nuestras tierras a mediados del siglo XIX y, sorpresivamente, se encontraron con los caballos y hombres provistos de las virtudes necesarias para jugarlo. Uno de los clubes más importantes en los inicios del polo nacional fue el Hurlingham Club, fundado en 1888 por los ingleses Fortune, Ravenscroft y los escoceses Campbell y Robson, y que luego fuera el primer triunfador del Campeonato Argentino Abierto de Palermo, el torneo más prestigioso a nivel global. En la actualidad, de los mejores ocho jugadores del mundo, siete son argentinos.
¿Cuándo conviene asistir a un partido de polo en Buenos Aires?
La Triple Corona, la temporada argentina de polo de élite, comienza en septiembre y termina a fin de año. Se conforma por los tres torneos de mayor reconocimiento internacional: primero se disputa el Abierto de Tortugas, luego el Abierto de Hurlingham y, acorde a la idea de que lo mejor siempre se reserva para el final, cierra el año el Campeonato Argentino Abierto de Palermo, cuya cancha principal es conocida como la Catedral, en virtud de su historia y singularidad. En los tres torneos es posible encontrar tickets con precios accesibles como, a su vez, palcos con vistas y servicios de lujo.
La pasión y el amor propio como elementos distintivos
El deporte del lujo y de las grandes inversiones encuentra, únicamente en la Argentina, un elemento que revierte el paradigma: la pasión. Los jugadores no participan de la temporada albiceleste para salvarse económicamente. Contrariamente, es el anhelo por participar de un acontecimiento grande lo que hace que treinta y dos profesionales decidan competir cada año durante cuatro meses por amor a la camiseta.
Cuando el espectáculo excede al campo de juego
La admiración que despierta el polo en Buenos Aires hace que distintos íconos de la cultura global se acerquen año tras año a la cancha número 1 de Palermo. Tómese por caso a Sebastián Vettel, quíntuple campeón mundial de la fórmula 1; o por qué no a Will Smith, Robert Duvall y a Tommy Lee Jones— fanático del polo desde sus épocas de antaño—. Asimismo, actores, modelos y deportistas locales suelen decir presente de forma cotidiana.
Una vez que termina el partido más expectante de la jornada, es momento de disfrutar del afterpolo: gigantes marcas del mercado ubican sus stands y ofrecen, por un lado, café con galletas para los más grandes y, por el otro, tragos y picadas para los jóvenes (y para los no tan jóvenes, también). De esta manera, un típico día de competencia concluye en un momento de distensión en el que se festeja la oportunidad de haber disfrutado del mejor polo del mundo.
7 tips para entenderlo
¿Qué necesitás saber para comprender este deporte? Repasá con nosotros sus puntos fundamentales.
- En un partido de polo ingresan al campo de juego cuatro jugadores por equipo.
- En la Triple Corona se disputan ocho períodos de siete minutos (denominados chukkers).
- Los equipos intercambian lados cada vez que se convierte un gol.
- Si la bocha se escapa por un costado, es el árbitro quien efectúa el saque lateral y, si el partido termina empatado, irán a tiempo suplementario para así definir siempre a un ganador.
- Cada cuarteto tiene un hándicap, es decir, una calificación numérica por su nivel de juego. La Dolfina cuenta con 40 goles de hándicap, el máximo posible.
- El taco puede tomarse únicamente con la mano derecha. Mariano Aguerre, exjugador campeón de Palermo, es zurdo pero debió aprender a jugar con su mano inhábil.
- Por último, es fundamental entender que los atletas son indispensables, pero que la diferencia la marcan los caballos.